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Volver al equilibrio luego del estrés

“La vida es primordialmente un proceso de adaptación a las circunstancias en que existimos… a las tensiones y presiones de la existencia cotidiana.”

stress y yoga

Estas palabras del fisiólogo Hans Seyle, nos recuerdan que vivir significa que continuamente hay exigencias planteadas a nuestros cuerpos. En consecuencia, el modo en que respondamos y nos adaptemos a estas exigencias interminables determinará el grado de tensión que experimentemos a diario.

Dicha tensión genera “estrés” en nuestro organismo produciendo cambios fisiológicos que amenazan el equilibrio interno y suscitan emociones que alteran el comportamiento habitual.

Selye define el estrés como «la respuesta no específica que el cuerpo da 
a todo pedido que se le hace».
Esta respuesta estereotipada es biológica, y -expresada en términos de Somática-, implica que tanto los acontecimientos psicológicos como los fisiológicos tienen la misma importancia al determinar nuestro estado de salud y bienestar.

UNA MIRADA DESDE EL ENFOQUE SOMÁTICO

Thomas Hanna, en su libro Somatics, declara que no existe distinción entre mente y cuerpo. “Desde el interior de nosotros mismos no tenemos conciencia del «cuerpo» como tal, sino de las sensaciones y procesos activos de ese «cuerpo“.  

Este estado unificado de mente-cuerpo es una forma de estar en el mundo que nos permite comprender el impacto del “estrés” en nuestra fisiología.  Así, cómo enfrentemos las exigencias que se nos presenten día a día significará el grado de tensión que estaremos acumulando, ya que hablar de tensión es simplemente hablar de la naturaleza de la vida. Citando a Thomas Hanna, podríamos resumirlo así:

«…lo que tradicionalmente hemos atribuido a los efectos del envejecimiento es esencialmente el índice de desgaste del cuerpo»…

Ahora bien, resulta innegable señalar que dicho índice de desgaste natural impacta en nuestro Soma, muchas veces generando -entre otros- síntomas como:

  • Aumento del tono muscular, sentimos tensión, contracturas y a veces hasta con dolor muscular.
  • Ansiedad que produce el estado de alerta continuo, que procede de la respuesta biológica lucha-huida ante situaciones de estrés.
  • Incremento de la frecuencia cardíaca y el gasto energético, sintiéndonos fatigados y desganados.
  • Alteración del ritmo respiratorio, disminución del oxígeno en sangre y consecuente sensación de presión en la cabeza y el pecho.

Ante una situación de estrés, el organismo debe responder movilizando las sustancias necesarias desde los lugares de almacenamiento hacia los músculos para atender a la emergencia. Según Selye, si el sistema se mantiene activo demasiado tiempo la tensión acumulada produce un agotamiento en el que el cuerpo llega a perder su capacidad para recuperar la HOMEOSTASIS [i]: el equilibrio que todo organismo debe lograr para mantenerse saludable.

Si la respuesta al estrés se activa de manera constante y el sistema nervioso se adapta continuamente a ellas, los mismos mecanismos que se generaron para protegerlo terminan siendo perjudiciales.

El enfoque somático hace énfasis en la importancia que tiene lo que podemos hacer nosotros mismos para reducir los efectos de la tensión corporal provocada por nuestras propias actitudes y por la manera en que controlamos nuestras vidas. Este énfasis en la responsabilidad sobre nosotros mismos, es el sello distintivo del Yoga Somático. 

Una práctica innovadora que ya es tendencia mundial, desarrollada desde una perspectiva en primera persona, aborda los efectos de la tensión neuromuscular con ejercicios somáticos, el Hatha y Raja Yoga, y el aporte esencial de la Neurociencia.

@enbalancecoach de Bettina Makara, Certificada en Yoga Somatics®


[i] Dicho concepto fue desarrollado por Walter Cannon para describir el equilibrio interno del cuerpo.